miércoles, 27 de mayo de 2015
La
obra llegó a Sala 88 hace tres fines de semanas, desde el primero las
localidades se agotaron y la sala estuvo llena. Los chicos soñaron, rieron y se
ilusionaron con una versión libre del tradicional cuento, realizada por el
elenco de Corrientes, Estudio Teatro.
La puesta en escena
y la escenografía deslumbran a grandes y chicos que al salir de la función se
sacan fotos y saludan a los protagonistas. En la obra se cuenta la historia que
todos conocemos pero cambia después que el hechizo se termina, a partir de ese
momento, la vida de cada personaje cambia para siempre.
El elenco está
integrado por Brenda Carolina Benítez Báez, Pamela Yohana Toloza Cardozo,
Dahiana María Vega, María Mercedes Godoy; Hernán Sfiligoy, Matías
Exequiel Ibarra yLucas Germán Bechardo.
El diseño de
iluminación es de Ariel Courtis; la técnica de Ariel Courtis y José Flores; la
fotografías de Martín Abelenda; la gráfica de Lucas Bechardo. La coreografías
es de Brenda Benítez Báez y el diseño de escenografía Hernán Sfiligoy. La
realización de escenografía de Carlos Fabián Barrientos, el diseño de vestuario
es de Jesús Pucheta y Franck Castro. La realización de vestuario la hicieron Olga
Benítez Pereira, Jesús Pucheta y Franck Castro. El maquillaje y la caracterización
son de Jesús Pucheta, Franck Castro; la asistente de dirección la realiza Lucas
Bechardo. La dirección general y puesta en escena es de Hernán Sfiligoy.
La obra
Cenicienta era una
muchacha huérfana de madre desde la niñez. Su padre se había vuelto a casar con
una mujer que tenía dos hijas para nada agraciadas y ociosas. Cuando falleció
el padre, la Madrastra y las Hermanastras la obligaban a cocinar, lavar, regar el
“seco jardín” y hacer toda la limpieza mientras ellas descansaban y se
divertían.
Un día el príncipe del reino organizó una fiesta
titulada “Buscando a mi Princesa” para elegir a una señorita como su esposa.
Todas las muchachas del reino fueron invitadas.
En casa de Cenicienta, la madrastra vistió a sus hijas con lujosos vestidos y joyas, esperando que una de ellas sea la elegida. Cenicienta también quería ir, pero no tenía la ropa adecuada para la ocasión.
En casa de Cenicienta, la madrastra vistió a sus hijas con lujosos vestidos y joyas, esperando que una de ellas sea la elegida. Cenicienta también quería ir, pero no tenía la ropa adecuada para la ocasión.
Entonces se le apareció un hada y con su varita mágica convirtió
una calabaza en un hermoso carruaje y a los ratones en caballos. Además, le
regalo un “Mágico vestido” (que aparece en escena) y un par de zapatos lujosos.
Pero le advirtió que debía regresar antes de la medianoche porque a esa hora se
terminaría el hechizo… 
